Buenas tardes!! Ya hacía mucho tiempo que no nos comunicábamos por esta maravillosa vía de información y entretenimiento. Espero que estén teniendo un sábado estupendo.
En entradas anteriores hablamos del arte paleocristiano, y en esta seguiremos abundando sobre el tema, esta vez enfocándonos mas en aspecto estructural, es decir, cómo construyeron los primeros cristianos sus templos sagrados. Las manifestaciones más notables del arte paleocristiano es la basílica y el mosaico.
En primer lugar tenemos la basílica:
En los templos de culto paganos las procesiones y sacrificios se celebraban al aire libre y en el interior sólo estaba el altar del dios. Estos templos eran muy pequeños. En el Imperio de Constantino surgió la necesidad de utilizar edificios con mayor capacidad para el culto cristiano. Las nuevas iglesias cristianas necesitaban más espacio para contener a los fieles que se acercaban a orar dentro del templo. Es por eso que las iglesias no tomaron de modelo los templos paganos sino que tomaron las grandes salas de reuniones públicas que ya eran conocidas con el nombre de basílicas.
Por eso, a finales del siglo IV y a comienzos del siglo V, comenzaron a suprimirse las iglesias de formas irregulares para reemplazarlas por iglesias de forma regular, es decir, basílicas regulares, de tres naves con un ábside en uno de los lados menores y en el otro lado menor la entrada frente al coro. En todo el Imperio quedó asociado el concepto de iglesia con el de basílica.
Después del Edicto de Milán, a partir del año 313, la basílica es la construcción eclesiástica más característica del mundo cristiano. Su origen es dudoso, pues se la considera una derivación de la basílica romana, o se la relaciona con algunos modelos de casas patricias, o, incluso, con algunas salas termales. La basílica organiza su espacio, generalmente, en tres naves longitudinales, que pueden ser cinco, separadas por columnas; la nave central es algo más alta que las laterales, sobre cuyos muros se levantan ventanas para la iluminación interior. La cubierta es plana y de madera y la cabecera tiene un ábside con bóveda de cuarto de esfera bajo la que se alberga el altar.
En las grandes basílicas, como la de San Pedro y San Juan de Letrán, en Roma, la estructura de su cabecera se completaba con una nave transversal llamada transepto que buscaba el simbolismo de reproducir la cruz de Cristo en la planta del templo. Al edificio basilical se accede a través del atrio o patio rectangular (antecedente de los claustros), con una fuente en el centro, que conducía hasta el nártex o sala transversal, situada a los pies de las naves, desde donde seguían la liturgia los catecúmenos. Las basílicas más notables, además de las citadas, son la de Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y la de Santa Inés.
Otros edificios de carácter religioso fueron los baptisterios, edificaciones de planta poligonal, frecuentemente octogonal, que tenían en su interior una gran pila para realizar los bautismos por inmersión. El más conocido es el Baptisterio de San Juan de Letrán, en Roma, construido en tiempos de Constantino. También son de planta central algunos enterramientos que siguen la tradición romana; de planta circular con bóvedas es el Mausoleo de Santa Constanza y de planta de cruz griega es el Mausoleo de Gala Placidiaen Rávena.
En el arte paleocristiano oriental se acusa la marcada tendencia a utilizar construcciones de planta de cruz griega, con los cuatro brazos iguales, como la Iglesia de San Simeón el Estilita.Basílica de Aquilea
Era un arte menor relacionado con la pintura, como los mosaicos de pavimento que los cristianos tomaron también del arte clásico, introduciendo nuevos elementos iconográficos.
Algunos de estos mosaicos, que provienen de las catacumbas, no tienen ningún signo cristiano pero, en cambio, en un gran mosaico de una sala de una casa romana del Quirinal, se puede observar, algo disimulada, la cruz en torno a la cual se reúne una multitud de peces que simbolizan a los creyentes.
Los vidrios con dibujos en oro, que se han hallado en su mayor parte en las catacumbas corresponden a los últimos tiempos del arte preconstantiniano. El arte cristiano comienza a manifestarse también en medallas y objetos de bronce como candelabros o lucernarios, destinados a usos litúrgicos o para iluminar los cubículos en las catacumbas.
En resumen, en lo que se refiere a Roma, puede afirmarse que el arte cristiano primitivo se hallaba muy unido al arte profano, del que tomó los medios de expresión, la técnica y los conceptos, y fue transformando, poco a poco, con su nuevo espíritu.
Mosaico del Buen Pastor Mosaicos en la Basílica de San Cosme y San Damián
Espero que hayan entendido esta breve explicación sobre dos aspectos del arte cristiano que se relacionan entre sí: la basílica y los mosaicos. Se relacionan entre sí ya que en muchas de las basílicas construidas en esa época integraban mosaicos como forma de expresarse y decorar sus templos.
Siempre es bueno conocer acerca de sus raíces, en esta caso de nuestros hermanos cristianos predecesores: como estos vivían y expresaban su fe. Así que es de mucha importancia tópicos como este. Les adjunto dos videos para que puedan conocer un poco más sobre este arte primitivo cristiano.
Feliz resto del día!
Claudia:D
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