Hola internet! Espero que estén disfrutando su domingo en familia.
A lo largo de las entradas que he ido publicando se han podido dar cuenta (si alguien se ha fijado) que hemos ido recorriendo la historia del cristianismo en el mundo desde el momento en el que ésta nació. Hemos estudiado los altos y los bajos a través del tiempo hasta llegar al punto en el que estamos ahora: siglo XX, un tiempo en la historia en el que ya la religión no era lo que movía al mundo, y el ser humano parecía estar conforme con la idea de que tal vez, el Dios en que todos creían años atrás probablemente no era real.
Por otra parte, gracias al desarrollo de la tecnología las personas pudieron tener acceso a muchísimas culturas e ideologías de todas partes del mundo. De repente, toda esta nueva información hizo que muchas personas cambiaran su manera de pensar acerca de la vida y el sentido de la misma.
En vista de este cambio de pensamiento globalizado, la Iglesia se vio obligada a cambiar también sus normativas. Por esto, en el siglo XX el papa Juan XXIII convoca al Concilio Vaticano II (ver entradas anteriores) en el que se hace una reforma profunda de la Iglesia.
El cambio de la Iglesia trajo consigo la creación de las comunidades de laicos cristianos: quienes pensaban que no era necesario ser monje o sacerdote para dedicar tu vida a Dios. Eran hombre y mujeres que se reunían para escuchar y poner en práctica el evangelio.
En esta entrada nos concentraremos específicamente en una de las comunidades de laicos cristianos mas importantes: la comunidad de San Egidio.
La Comunidad de Sant’Egidio nació en Roma por iniciativa de Andrea
Riccardi que, en el clima de la renovación del Concilio Vaticano II,
empezó a reunir a un grupo de bachilleres, del que él formaba parte,
para escuchar y poner en práctica el Evangelio. En pocos años su
experiencia se difundió en diversos ambientes estudiantiles y se
concretó en actividades a favor de los marginados. En los barrios pobres
de la periferia romana inició su trabajo de evangelización que llevó al
nacimiento de la comunidad de adultos. Desde 1973, en la Iglesia de
Sant’Egidio en el Trastevere, la primera iglesia de la Comunidad, se
empezó con la costumbre de la oración comunitaria todas las tardes, que
desde entonces acompaña la vida de todas las comunidades en todas las
partes del mundo. En la segunda mitad de los años setenta, la Comunidad
empezó a radicarse también en otras ciudades italianas y más tarde, en
los años ochenta, a difundirse en Europa, África, América y Asia. Desde
su origen, el servicio a los más pobres, a la dignidad humana y a los
derechos de la persona caracteriza, junto con la oración y la
comunicación del Evangelio, la vida de la Comunidad que ha construido
formas de ayuda y de amistad en medio de formas de pobreza viejas y
nuevas (ancianos solos y no autosuficientes, emigrantes y personas sin
hogar, enfermos terminales y de Sida, niños con riesgo de desviaciones y
de marginación, nómadas y discapacitados físicos y mentales,
drogadictos, víctimas de la guerra, encarcelados y condenados a muerte).
Los pobres son compañeros habituales de la vida y de la actividad de
los miembros de la Comunidad, como amigos y parte de su familia.
Precisamente es esta amistad la que ha llevado a Sant’Egidio a
comprender que la guerra es la madre de todas las pobrezas y, por tanto,
a un compromiso explícito en favor de la paz. El 18 de mayo de 1986 el
Consejo Pontificio para los Laicos decretó la erección de la Comunità di
Sant’Egidio como asociación internacional de fieles de derecho
pontificio.
La Comunidad de Sant’Egidio es una familia de comunidades radicada en
diferentes Iglesias locales. El término “comunidad” refleja, entre otras
cosas, una exigencia de fraternidad, más fuerte por el motivo de que
los miembros de la Comunidad viven plenamente insertos en el mundo, en
la dispersión de la vida de las grandes ciudades modernas. La amistad
es, de esta forma, un trazo característico de Sant’Egidio, sea dentro de
la comunidad, sea como actitud de simpatía y atención hacia el mundo y
hacia otras experiencias eclesiales. Referencias espirituales de la
Comunidad son desde el principio la primera comunidad cristiana de los
Hechos de los Apóstoles, el amor preferencial de la Iglesia por los
pobres, el primado de la oración. Un sentido marcado por la misericordia
de Dios hacia los enfermos y hacia los pecadores, la compasión de Jesús
por las muchedumbres, su invitación a anunciar el Evangelio del Reino y
a curar todo tipo de enfermedades normalmente son el alimento de la
vida y de la espiritualidad personal a través de la escucha cotidiana de
la Palabra de Dios y la oración asidua, personal y comunitaria. El
carácter laical y la presencia en grandes ciudades ha llevado a
desarrollar una espiritualidad propiamente “urbana”, que recompone la
normal dispersión de la vida cotidiana y las propias responsabilidades
(familiares, profesionales, civiles) alrededor del primado de la
evangelización y del servicio. Un paso decisivo en esta recomposición es
la oración de la tarde común, abierta a todos aquellos que quieran
participar en ella.
A continuación les adjunto un video de una de las actividades solidarias que ha realizado la comunidad de San Egidio la pasada navidad, espero que lo disfruten.
Esto fue todo por la esta entrada, traté de hacerlo claro y breve para que me pudieran entender. Espero que les haya gustado aprender sobre esta comunidad y ya nos veremos en la siguietne entrada.
Claudia:D
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